Notas de Interés

Farmacia Nueva Merlo

Consejos para combatir la pediculosis.

Una larga historia
Las molestias causadas por los piojos acompañan a la humanidad desde siempre: los científicos han encontrado uno de sus rastros más antiguos al descubrir piojos en cueros cabelludos de... ¡momias egipcias! En nuestros días la pediculosis es una epidemia mundial que afecta principalmente a chicos entre los 6 y 12 años. Se calcula que cerca del 80% de los alumnos de las escuelas primarias tiene piojos.
  Pero, ¿en qué consiste la pediculosis? Se trata de la infección del cuero cabelludo por un parásito exclusivo del ser humano llamado Pediculus humanos capitis, más conocido como piojo de la cabeza. El contagio se produce por contacto directo y estrecho, “de cabeza a cabeza”, con personas que están infectadas. Afortuna-damente, los piojos no saltan ni vuelan.   Otra forma de transmisión está relacionada con el contacto de objetos como el respaldo de los asientos, peines, gorros. En estas superficies los piojos no pueden vivir más de 24 horas: están allí a la espera de otra cabeza donde habitar.   Piojos más resistentes
Una de las causas de la magnitud que ha alcanzado la epidemia de pediculosis es el crecimiento de nuevas generaciones de piojos químicamente resistentes.
  Un artículo publicado en el año 2002 en la revista científica Archives of Dermatology (que recogía datos de estudios realizados en el lapso de 10 años en Francia, Reino Unido, Israel y Republica Checa) ya indicaba un incremento de la resistencia del piojo a la permetrina, el ingrediente activo más utilizado en productos pediculicidas.   En nuestro país, estadísticas re-cientes señalan que los piojos de los niños de Capital Federal y el Conurbano son hasta 655 veces más resistentes a la permetrina y a otros piretroides que cuando co-menzaron a utilizarse hace 13 años.   ¿A qué se debe este aumento de la resistencia de los piojos? Las poblaciones de piojos experimentan un proceso de selección natural: a medida que se repite la exposición a un insecticida, sólo los más débiles son eliminados, mientras que los más resistentes sobreviven. Esta resistencia es hereditaria, por lo que con el tiempo toda la población de piojos es inmune al agente químico con el que entraron en contacto. Un error común es aumentar la dosis de un producto o utilizarlo con mayor frecuencia cuando no se obtienen los resultados esperados. De esta manera, los piojos que sobreviven se multiplican y van siendo cada vez más resistentes al producto. El consejo de los especialistas es que, cuando el pediculicida no es efectivo, hay que dejar de utilizarlo.   Los riesgos de las soluciones caseras
Los especialistas advierten sobre el riesgo que implica recurrir a algunas soluciones caseras con peligrosos efectos sobre la salud de los chicos. Se ha registrado el uso de garrapaticidas, aerosol para matar cucarachas, pipetas con formulaciones para perros y gatos, y hasta querosén.
  Tanto el querosén como el aerosol contra las cucarachas son productos con grandes concentraciones de solventes que penetran la piel y son muy tóxicos. En el caso de los productos veterinarios, su aplicación es riesgosa puesto que están formulados para actuar sobre la piel de perros o gatos, y no en seres humanos.   En algunos casos, la solución “mágica” al problema de la pediculosis se busca en los productos domésticos, por ejemplo, la cuassia amarga. Si bien estos productos no son tan riesgosos, pueden resultaran altamente irritables.   Nuevos descubrimientos
Los piojos van cambiando y se hacen cada vez más resistentes a los productos disponibles para eliminarlos. Por eso es necesario contar con nuevos piojicidas que permitan combatirlos de forma eficaz y segura.
  Una nueva tendencia mundial en el tratamiento contra los piojos es la utilización de aceites esenciales de plantas aromáticas. Estos aceites son los compuestos que le dan a la planta su olor y características particulares. El descubrimiento del efecto insecticida de los componentes de estos aceites esenciales permitió que fueran utilizados como activo de formulados para diferentes plagas.   En la actualidad, los aceites esenciales de plantas aromáticas (como el eucalipto, por ejemplo) también han demostrado su eficacia en formulaciones pediculicidas. Se trata de una alternativa de tratamiento segura puesto que el uso de componentes naturales, sin insecticidas químicos, asegura la ausencia total de toxicidad.     Consejos para combatir a los piojos   > Revise diariamente la cabeza de los chicos: desenrede el cabello con un peine común y luego pase el peine fino de metal para extraer piojos y liendres.   > Todos los insecticidas usados como pediculicidas son, en mayor o menor medida, tóxicos. Deben usarse con criterio y bajo recomendación médica.   > Es un error utilizar un producto pediculicida en niños no infectados: actualmente, los tratamientos disponibles no son preventivos, sino curativos.   > Es importante revisar a todos los miembros de la familia. Si están infectados realizar el tratamiento pediculicida.   > Para que el tratamiento sea exitoso, se recomienda sumergir peines y otros artículos personales en agua hirviendo durante 10 minutos.   ¿Cómo evitar el contagio? Mantener el cabello limpio, usar el pelo corto y si es largo recogido, usar gorras de baño en la pileta, no apoyar la cabeza directamente en la arena o pasto, no probarse ni usar ropa o elementos para el cabello ajenos. Todo sobre los piojos
Los “piojos de la cabeza” (Pediculus Humanus Capitis) son parásitos que viven sobre el cuero cabelludo y cabellos del ser humano.
Cuando son adultos miden entre 1 y 2 mm. Tienen seis patas terminadas en pequeñas garras que utilizan para prenderse firmemente al pelo. Su pequeña cabeza tiene un aparato bucal preparado para la picadura y succión de sangre. En tres semanas pasan del estado de larva a piojo adulto. Su promedio de sobrevida es de treinta días. En ese tiempo cada hembra es capaz de poner hasta 200 huevos o liendres.
  Síntomas
El síntoma más frecuente de esta parasitosis es la picazón de la nuca y detrás de las orejas. Se debe a que cuando el piojo pica, inyecta una toxina en la piel.
Cuando un niño tiene pocos parásitos puede que no sienta picazón, por eso es necesario revisar el cuero cabelludo preventivamente. Debido al rascado se puede encontrar en los pacientes lesiones con sobreinfección bacteriana que necesiten tratamiento antibiótico. Dicho tratamiento debe ser realizado de forma previa al uso de pediculicidas si son indicados.
  Prevención
Puede ser útil organizar en la escuela el “Día del piojo” cada 15 o 30 días, comprometiendo a cada familia revisar adecuadamente a sus niños o colaborando con los docentes en dicha campaña.
En un futuro, una buena aplicación de esta política puede llevar a que sólo sea necesario realizarla 1 o 2 veces por año para mantener el adecuado control de esta epidemia.
Fuente Revista farmaworld