Es uno de los motivos de consulta más frecuentes que reciben actualmente los médicos. Aunque en la mayoría de los casos el dolor es producido por causas de menor importancia, aproximadamente 4 de cada 5 personas tendrán dolor de espalda en algún momento de sus vidas. Si bien durante mucho tiempo no se reconoció que trabajar sentado frente a la computadora podía producir dolores o lesiones, actualmente está científicamente comprobado que diversos desórdenes traumáticos aparecen como consecuencia de permanecer sentados durante prolongadas jornadas laborales. El dolor de espalda es la segunda causa de ausentismo laboral y se estima que, anualmente, se pierden más de 200 millones de días de trabajo en el mundo como consecuencia de estas molestias.
Quienes padecen dolor de espalda presentan síntomas tales como lumbalgia, malestar en cualquier región de la espalda y dolores que pueden irradiarse a los glúteos o piernas. Entre otras causas, el dolor puede estar asociado a la tensión muscular, trastornos musculares, lesiones en la columna lumbar, exceso de carga, presión sobre una raíz nerviosa y posturas incorrectas (éstas pueden sobrecargar un grupo muscular y provocar su contractura, excitando los nervios del dolor que lo inervan. Si la musculatura del paciente es insuficiente o asimétrica, la sobrecarga puede mantenerse mucho tiempo o repetirse periódicamente).
La consulta a un especialista debe realizarse cuando:
El dolor es considerable.
Si llega más abajo de la rodilla.
Si siente debilidad en las piernas.
Si se presentan problemas con el control de esfínteres.
El diagnóstico de los dolores de espalda se realiza mediante un interrogatorio prolijo de la forma de presentación y las características del dolor, examen físico completo, radiografías, tomografías computadas o resonancias magnéticas. El médico determinará el origen del dolor e indicará el tratamiento correspondiente. Entre los tratamientos y recomendaciones más frecuentes, se encuentran:
Después de haber llegado a un diagnóstico correcto, y siempre y cuando se haya descartado una hernia de disco intervertebral lumbar, son analgésicos comunes y una rehabilitación adecuada a cada paciente.
Para que ceda el dolor y el paciente readquiera una buena postura, aprenda la forma de alzar objetos correctamente y mejore la resistencia y la flexibilidad de la columna, el abdomen y las piernas, se recomienda la fisioterapia.
Tratamientos de ozonoterapia: Si se confirma que la causa del dolor de espalda es una hernia de disco lumbar, recomendamos la ozonoterapia porque resuelve la causa del dolor, que en este caso es la propia hernia de disco. El ozono reabsorbe la porción extruida de la hernia de disco y cicatriza la cubierta fibrosa de disco intervertebral, con lo cual libera la compresión de la raíz nerviosa. Además libera mediadores químicos que modulan la respuesta inflamatoria del organismo. De esta manera la ozonoterapia alcanza mejores resultados que el cirujano sin necesidad de cirugía. En el caso de que el dolor de espalda no tenga como origen una hernia discal, habitualmente suele resolverse con analgésicos comunes, calor local y una rehabilitación adecuada. Si con esto no cede el dolor, es conveniente completar el tratamiento con ozono, porque tiene un potente efecto analgésico y antiinflamatorio, para los pacientes que padecen artrosis o artritis reumatoidea. Además no tiene efectos colaterales tóxicos, lo que permite que se pueda utilizar por tiempos prolongados y asociado a la medicación convencional.
Algunas recomendaciones para la buena postura al trabajar con la PC:
Para quienes trabajan todo el día frente a una computadora, la elección de un asiento adecuado puede ayudar a prevenir traumatismos: lo ideal es emplear una silla de altura regulable, giratoria, con apoyo lumbar y que disponga de cinco patas equipadas con ruedas, cuyo respaldo sea lo suficientemente alto como para cubrir toda la espalda. Muchas veces la aparición de distintas dolencias que afectan la región de la columna vertebral se debe al uso de sillas no ergonómicas, escritorios muy bajos y monitores ubicados por debajo de la altura de los ojos. Se aconseja cambiar periódicamente de postura, realizar estiramientos cada cierto tiempo y relajarse mediante técnicas respiratorias. Por otro lado, para evitar que el cuerpo se lastime frente a la PC, es recomendable que se utilice un soporte en la parte inferior del teclado que permita apoyar totalmente ambas muñecas (el teclado debe encontrarse a la altura de los codos para poder descansar). De todos modos, es aconsejable retirar las manos del teclado para relajarlas y estirar los músculos para que no se entumezcan. Lo ideal también es hacer una pausa para mover el cuerpo cada aproximadamente 2 horas y realizar, de pie, ejercicios suaves, como girar el torso o rotar el cuello. Estos movimientos estimulan la circulación sanguínea y relajan la musculatura paravertebral.